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UN ASUNTO DE FE‏

By Unknown on viernes, 17 de mayo de 2013 with 0 comments



Isaías 46:3-4 «Escúchame, familia de Jacob, todo el resto de la familia de Israel, a quienes he cargado desde el vientre, y he llevado desde la cuna. Aun en la vejez, cuando ya peinen canas, yo seré el mismo, yo los sostendré. Yo los hice, y cuidaré de ustedes; los sostendré y los libraré.


Hoy me encontré con una mujer de 63 años que estaba en la parte de afuera de su casa y le dije con sorpresa que no sabía que ella fumaba y ella me lo confirmó  y además me dijo que lo hacia afuera para no contaminar el ambiente, entonces le conteste  que eso estaba bien, pero que estaba contaminando su propio cuerpo y entonces me dijo a la defensiva que de algo se tenía uno que morir. Me quede pensando en sus palabras y sentí mucha pena por ella, pues mientras me hablaba tocia y no pude dejar de  imaginarme a esta persona en unos años más, respirando con ayuda de un respirador artificial, un tanque de oxígeno permanente en su habitación y a los paramédicos corriendo con ella para salvarle la vida.
Y pensé en mí,  porque empecé a fumar como desde los 24 años en mi trabajo, según yo por la carga y responsabilidad que tenia, ya que pensaba que el cigarrillo me relajaba, y hace ya 10 años que gracias al Señor, me libero de este mal hábito y me pregunto ¿Dónde estaría yo ahora, si no hubiera conocido al Señor y si después de conocerlo no hubiera luchado contra ese mal habito, rogándole al Señor que por favor me librara de el?
Casi todos alguna vez nos hemos hecho esta misma pregunta y la respuesta es aterradora; pues sin el Señor, vivimos literalmente en un mundo de tinieblas y obscuridad, atados y esclavizados con ataduras físicas, mentales y espirituales, de las que realmente es imposible liberarse por sí mismo, justificando de muchas manera nuestras acciones, queriendo convencer al mundo de que estamos bien como estamos y que no necesitamos de Dios para sobrevivir; pero la ignorancia es atrevida y no nos damos cuenta que realmente a quien queremos convencer es a nosotros mismos y que solo nos estamos  auto engañando, porque cuando uno anda en la obscuridad, simplemente no puede ver las cosas tal y como realmente son, pero cuando entramos a la luz verdadera, es entonces cuando de verdad comenzamos a ver y a comprender a los que están aún en tinieblas.
Dios no nos creó para que fuéramos esclavos, ni de personas, ni de vicios de ninguna clase; así que si hoy te toca este mensaje y sientes que aún no has roto con todas tus cadenas,  clama a Dios que El, te responderá y te librara.  No significa que tu no tengas que pelear, luchar contra aquello que te tiene esclavizado, significa que no estás solo en el intento, que Dios está contigo, que te ayudara y te facilitara el camino para que puedas ser verdaderamente libre. El Señor se glorifica en nuestra debilidadsignifica que tu solo no lo puedes lograrpero si tienes al Señor, El sí puedeEsto nos ayuda a entender que sin Él, o separados de Él, nada podemos hacer.
En ninguna parte de la Biblia dice “ayúdate que yo te ayudare” pero si dice “deje el impío su camino y vuélvase a mí; arrepiéntete y no peques más; cuida tu cuerpo porque es el templo del Espíritu Santo” Isaías 55:7 y muchas citas que nos motivan a llenarnos de valor y a vivir una vida confiada en Cristo y sin temor; así mismo, vivir un día a la vez, ayuda mucho, porque como decía Jesús ¿ porque preocuparnos por el mañana, si cada día trae su propio afán? De hecho esta es la estrategia que usan las personas que quieren recuperarse del alcohol y de las drogas. Dicen –  Solo por hoy no tomare – y así pasan y transcurren los días, las semanas, los meses y los años; pero tienen un problema: y es que si un día prueban un trago, corren el riesgo de volver a caer en la adicción y cada vez que caen es más y más difícil recuperarse.
En cambio cuando El Señor nos libra de algo, lo hace definitivamente, pero puede suceder lo mismo si no nos guardamos,  debemos mantenernos firmes, limpios, pues si volvemos a caer, corremos el riesgo de que el mal regrese aun con más fuerza y ya no sea posible desalojarlo.  Dios nos formó desde el vientre de nuestra madre y nos sustenta en toda nuestra existencia, aun hasta la vejez, El estará con nosotros y sus pensamientos son de bien para nosotros y no de mal; ya es bien pesada la vejez como para además tener que estar enfermos; no seamos necios y procuremos tener una buena calidad de vida, porque esa es la voluntad de Dios.
Siempre recuerda, no estás solo, sola, Jesús te escucha y te ama y quiere lo mejor para ti. Solo tienes que acercarte a Êl.  Si deseas intensamente deshacerte de algún mal habito, no te importará confesárselo al Señor, orar pidiéndole que te libre y resistir las tentaciones que se te presenten en un futuro.
Apenas oramos y le pedimos a Jesús que nos libre, quedamos efectivamente liberados. Para ello contamos con Sus promesas: «Toda potestad me es dada en el Cielo y en la Tierra», dijo Jesús (Mateo 28:18). «Todo lo que pidiereis [...] en Mi nombre, lo haré» (Juan 14:13). «Si el Hijo [Jesús] os libertare, seréis verdaderamente libres» (Juan 8:36).
¡Sí, Jesús es Aquel a quien tú buscas! Recíbele hoy. ¡Él está esperándote! Señor Jesucristo, quiero recibirte como Señor y Salvador. Por esto te entrego toda mi vida pasada, con todo lo que me está atormentando. Tú has llevado mis pecados sobre Ti y has muerto por mí en la cruz. Tú te levantaste de entre los muertos. Sé que vives y puedes salvarme del poder de Satanás. Sé que me amas, que estás conmigo y deseas ayudarme. Ante Ti confieso todos mis pecados, nombrando cada uno de ellos y renunciando a ellos…Quiero pertenecerte, mi Señor Jesucristo. Por favor, perdóname, y haz de mí una nueva criatura. Amén.
  

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