Dios Tiene Algo Nuevo para tu Vida
Hay personas que siguen repitiendo en su vida, problemas que ya murieron en el pasado.
Una crisis mata tus problemas. Tú piensas que te mataron a ti, pero no; mataron tus problemas. La vieja vida se murió en la crisis. Ahora, tú puedes seguir repitiéndola si sigues cargando en tu mente, no con el problema, porque el problema se quedó atrás, sino con lo que ese problema te ha dicho que vas a cargar.
Tienes que moverte hacia adelante y pasar por el proceso.
Cuando tú entras en crisis, hay un estado de “shock”. Te sorprende, te toma por sorpresa. Luego, pasas a la etapa de expresar tus emociones; el llanto, la angustia, el sufrimiento. Luego, experimentas un momento de depresión y soledad. Tú no estás en crisis, si no te has sentido solo. Es ese momento en el que sientes que nadie te entiende y que todos te han abandonado.
Podríamos pensar que un cristiano no debería pasar por eso, pero el mismo Cristo dijo: ¡Dios mío, Dios mío! ¿Por qué me has desamparado?... ¿Tú te crees mejor que Cristo? Él se sintió solo.
Luego, comienzan los síntomas físicos. Comienzan los dolores de espalda, el dolor de cabeza que no aguantas, la migraña. No es que te vas a morir; es que estás pasando por el proceso. Luego, comienza el pánico; no te puedes concentrar.
Todo esto es parte del proceso normal.
Luego, viene la culpa. Comienzas a pensar lo que no debiste haber hecho, lo que hiciste, lo que te faltó, lo que no hiciste correctamente.
Lo que pasa es que, estas cosas, los cristianos no las queremos enfrentar, porque queremos proyectar al mundo algo que no es la realidad. No queremos pausar y esperar que nuestra vida, nuestro ser, pase por ese proceso.
Luego, viene entonces el coraje y el resentimiento. No has pasado crisis, si no te ha dado coraje y resentimiento. Marta resintió que Jesús no hubiese llegado antes de que Lázaro muriera. En cuanto Jesús llegó, lo primero que dijo fue: Si tú hubieses estado aquí, mi hermano no habría muerto. Estaba resentida.
Luego, nos resistimos a salir de ese momento difícil; nos encargamos de que ese momento no se vaya de la memoria nuestra y de los demás. Si en algo es bueno el mundo, es reviviéndote tu pasado. Raab, en el libro de Josué, era una prostituta y, más adelante, en el Nuevo Testamento, le llaman Raab, la ramera. Porque, aunque Cristo la redimió, para el mundo, siempre iba a ser lo que fue en Josué capítulo 6.
El mundo siempre te va a querer revivir lo que tú fuiste, lo que tú eras, el pasado, y tú tienes que salir de eso, no lo puedes seguir reviviendo, se tiene que acabar, tiene que terminarse. Dios tiene algo nuevo para ti, para tu vida.
Category:
Be the First one to Response to this Post!
Post a Comment